Enhorabuena de nuestro reencuentro fuimos a celebrar a una taberna del lugar, sin embargo, nos vimos acosados por algún truhan que trato de embaucarnos y puso algún tipo de veneno en nuestras pintas de cerveza, esto provoco que perdiéramos la conciencia rápidamente. Al despertar, nos encontramos en una celda junto a otros… acompañantes… hare mención especial de una mujer de gran volumen, edad avanzada y una boca totalmente ausente de… dentadura que lucía como prostituta y no dejaba de preguntarme si recordaba nuestro “encuentro nocturno”… un misterio sobre el cual preferiría no ahondar, pero bueno fuera de eso y aparte del hecho que mi compañero encontró dos… aretes incrustados en sus partes íntimas todo estaba en su lugar y no habíamos sufrido ningún otro perjuicio.
Pero, como siempre están los “PEROS”, Tristán llega a las costas de Irlanda (al parecer la madera húmeda, las hierbas verdes y la brisa marina, no dejaron a las llamas hacer su trabajo). Tristán yace tendido en la playa al costado de un barco, con una herida mortal en su vientre y acá es donde hace la aparición de Isolda hija del Rey Donnchadh de Irlanda, interpretada por Sophia Myles, quien según el relato original de “Tristán e Isolda” es la mejor personificación, una chica guapísima de cabellos rubios y con habilidades en hierbas capases de curar a Tristán, que ha viajado moribundo en una barcaza por el mar, algo bastante increíble, pero bueno ¿si tiene de amigo a Superman, puede pasar de todo no?
A y si se preguntan ¿qué paso con El Gran Calvo?, que de paso era el “prometido” de Isolda…, Tristán lo mata en la primera media hora de película.
El Centinela.
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