Siéntate conmigo viajero y leed mis palabras, que aún existen historias escondidas en cada lugar de este mundo que esperan ser contadas.

La Rueda del Tiempo

"La Rueda del Tiempo gira y las eras llegan y pasan y dejan tras de sí recuerdos que se convierten en leyenda. La leyenda se difumina, deviene mito, e incluso el mito se ha olvidado mucho antes de que la era que lo vio nacer retorne de nuevo. En una era llamada la tercera por algunos, una era que ha de venir, una era transcurrida hace mucho, comenzó a soplar un viento […] El viento no fue el principio, pues no existen comienzos ni finales en el eterno girar de la Rueda del Tiempo. Pero aquél fue un principio…".

El Archivo de las Tormentas

“—¿Por qué no nos cuentas una historia? —dijo Mapas, soltando su carga —. Nos ayudará a pasar el tiempo. —No soy ningún bufón ni un cuentacuentos —dijo Sigzil, arrancando una bota—. No «cuento historias». Difundo conocimiento de culturas, pueblos, pensamientos y sueños. Traigo la paz a través de la comprensión. Es la sagrada carga que mi orden recibió de los mismísimos Heraldos.”

Geralt de Rivia

“En mis tiempos los brujos no apestaban a dinero sino a peal, se cargaban a lo que se les señalara, les daba igual que fuera un lobizón, un dragón, o un cobrador de impuestos. Lo único que importaba era si los cachitos eran lo suficientemente pequeños.”

Añoranzas y pesares

"-Ahora debo hacerte regresar, pero recuerda esta lección, Simón, una que encaja con los reyes...o con los hijos de los reyes. No existe nada que no tenga un coste. Hay un precio para todo poder, y no siempre se nos hace evidente. Prométeme que lo recordaras"

El Señor de los Anillos

“El Señor de los Nazgül entró a caballo en la ciudad. Una gran forma negra recortada contra las llamas, agigantándose en una inmensa amenaza de desesperación. Así pasó el Señor de los Nazgül bajo la arcada que ningún enemigo había franqueado antes, y todos huyeron ante él. Todos menos uno. Silencioso e inmóvil, aguardando en el espacio que precedía a la Puerta,estaba Gandalf montado en Sombragris; Sombragris que desafiaba el terror, impávido, firme como una imagen tallada en Rath Diñen, único entre los caballos libres de la tierra. —No puedes entrar aquí —dijo Gandalf, y la sombra se detuvo—¡Vuelve al abismo preparado para ti! ¡Vuelve! ¡Húndete en la nada que te espera, a ti y a tu Amo!¡Vete!”